America's least wanted

21 septiembre 2006

Timadores, prostitutas, carteristas, rateros. La mayoría aparecen de lado y de perfil, otras veces en grupo, a menudo en las fotografías solo ha quedado un nombre y una fecha, en otras aparece alguna curiosa anotación: “ladrón de caballos”, “estafador”, “borracho”. Durante los últimos diez años, el periodista Mark Michaelson ha recuperado de los cajones de las prisiones y viejas comisarías de EEUU una colección de más de 10.000 fichas policiales realizadas desde 1880 hasta finales de los 70. Las instantáneas se exponen desde el pasado 14 de septiembre en la galería Steven Kasher de Nueva York y constituyen un vibrante recorrido por el lado más sórdido y menos conocido del país.

Las imágenes hablan por sí solas; algunos miran a la cámara huraños, otros sonríen, la mayoría parece desear estar muy lejos de allí. Detrás de cada cara, de cada camisa o cada corte de pelo, hay una historia. Y hasta ahora nadie se había ocupado de contarla.

Mark Michaelson, que lleva años salvando estos archivos del olvido, reconoce que las fotografías deberían haber sido destruidas en su momento, pero ahora las recuperado y forman parte del patrimonio universal.

“La historia fue escrita por los poderosos – dice Michaelson – Las historias de esta gente nadie las suele contar”. Muchas de las imágenes tienen la fuerza de los retratos de Richard Avedon, tal vez porque al famoso fotógrafo le gustaba provocar que sus modelos se sintieran incómodos. “Sea o no sea culpable el sujeto, – señala Michaelson – hay un conflicto en el momento en el que se dispara la fotografía”.

A menudo, la colección se convierte en una especie de catálogo de inocentes; desde ancianitas que robaron en una tienda, a padres de familia que se vieron envueltos en una pelea. En una de las fotos, realizada en Santa Mónica en 1929, vemos al pequeño Jack Ingles, de 12 años. A su lado, una anotación no explica que él y otros chicos estaban “en posesión de un coche robado”, tal vez el principio de una larga carrera criminal.

La colección también es un recorrido por los prejuicios y obsesiones de la sociedad americana. Una foto de 1923 hace constar que la arrestada “fue sorprendida en la cama con un hombre que no era su marido”. En otra, hacia 1932, un hombre es acusado de “comunista” y entre paréntesis el policía de turno añade un dato revelador: “Red Literature” (“literatura roja”).

Una de las más curiosas es la ficha policial de Archie Ross, arrestado en Santa Mónica en 1913. No tiene más de 20 años, aparece tranquilo, ligeramente despeinado. La historia del caso reza: “Arrestado por robar un reloj en el bar Savoy. Aseguró que el dueño se lo había regalado. Ambos borrachos”.

Sea como fuere esta maravillosa galería de sospechosos ejerce una atracción fatal sobre el espectador: un catálogo de gentes que han puesto un pie fuera de las reglas, tipos que se han visto proyectados hacia el lado oscuro y tal vez se hayan quedado para siempre. Entre ellos, seguramente, muchos han dado ese paso que nosotros no nos atrevemos a dar. [Via]

* Aquí os dejo un PDF que resume el contenido de la exposición y la maravillosa página de Mark Michaelson en Flickr, en la que uno puede sumergirse durante horas. Y por el mismo precio: Entrevista con Mark Michaelson

13 Respuestas ( Deja un comentario )

  1. Anónimo dijo...
  2. Es cierto lo de la fuerza de las fotos..Tienen algo especial...Y también muy inkietante..

  3. Anónimo dijo...
  4. Es como mirar las láminas de un libro de Lombroso. Muy bueno

  5. Unknown dijo...
  6. Ole. Fantástico. Son prácticamente hipnóticas.

  7. pez dijo...
  8. Tiene que ser una situacion de lo más incomoda y vergonzante encontrarte en ese momento con esa camara delante tuyo.

  9. Anónimo dijo...
  10. Me encanta la de la mujer con gafas, pero sobre todo la de la abuelita con cara de circunstancias.

  11. alvarhillo dijo...
  12. Te has superado Aberrón. Me ha encantado este post, los rostros anónimos de los detenidos(al pobre hombre negro,menuda somanta le tuvo que caer), y la idea de recopilar las caras de aquellos a los que la vida no les sonrio demasiado. Esta bien que los perdedores tengan una segunda oportunidad. Siempre me gustaron estas instantaneas anonimas de gente corriente. En el archivo de mi ciudad existe un registro con fotos de las prostitutas que ejercian a finales del siglo XIX y sus rostros se parecen bastante a los que tú nos muestras.
    Un saludo.

  13. Vitore dijo...
  14. Uno no puede evitar mirar a los ojos de estos perdedores y pensar que pese a todo, sin duda la vida nos ha dado más oportunidades que a estas gentes. Como dice david álvarez; hipnóticas.

    Saludos.

  15. Anónimo dijo...
  16. Es dificil entrar en tu blogg y no encontrar algo interesante, hoy te has superado y me has sorprendido, espléndido.

  17. Sr. Sotomonte dijo...
  18. Definitivamente, Aberron, éste es uno de los blogs culturales más interesantes que leo. ¿Cómo lo haces para publicar tanto en tan poco tiempo?
    Nada, nada, hoy mismo pasa Fogonazos a integrar la lista de mis enlaces recomendados, algo que ya se estaba haciendo esperar demasiado tiempo.

  19. Antonio Martínez Ron dijo...
  20. Gracias Sr Sotomonte! Su blog también tiene muy buena pinta, lo leeré con atención. saludos!

  21. Quiosquero dijo...
  22. ¿Investigador nato? Creo que fue así como te definí en mi blog. Para investigar hay que saber pero, sobre todo, trabajar.
    Gracias por el esfuerzo que haces cada día para informarnos y entretenernos.

  23. Anónimo dijo...
  24. NO CABE DUDA QUE ALGUNAS VECES POR UN INCIDENTE MINIMO LA GENTE QUEDA MARCADA PARA SIEMPRE Y LES CAMBIA LA VIDA RADICALMENTE Y TERMINAN MAL

  25. Anónimo dijo...
  26. le veo la cara al que tiene el cartel de santa mónica y veo a un niño muy asustado. mírenle los ojos y los que tengan hijos me dirán si les gustaría que se encontraran en una situación parecida. ¡debemos de corregirlos cuando aún es tiempo!

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